Legendario. Esa es una buena palabra para describirlo. Hoy en nuestra serie de Reseñas de Grandes Bajistas, conocemos un poco más del fabuloso Chuck Rainey.

Su estilo es inconfundible, una marca registrada, con un estilo sincopado, combinado con slides y acordes simultáneos, este bajista es un icono y una de las mayores influencias en la historia de este instrumento. 

Rainey es oriundo de Cleveland, Ohio y en sus primeros años Chuck tocaba el violín, el piano y la trompeta.  Al terminar la secundaria se dedicó a viajar por todo el país con un ensamble de instrumentistas con el que poco a poco se dio a conocer.

Más tarde, mientras realizaba el servicio militar, cambió la trompeta por la guitarra y poco tiempo después se cambió al bajo debido a la gran extensión que posee a la hora de realizar composiciones y exploración de técnicas, y por que encontró su propio estilo musical con este instrumento.

Fue en el año de 1962 que dio inicio de su carrera como bajista, tocando con el  gran King Curtis, su talento y facilidad con el instrumento era innegable y lo llevó a trabajar con el reconocido productor Quincy Jones en Hollywood.

Ya en 1972, Rainey lanzó el primero de sus cuatro trabajos en solitario titulado “The Chuck Rainey Coalition” que contó con la participación de famosos músicos de estudio, entre ellos Richard Tee, Warren Smith, Specs Powell, Eric Gale, Bernard Purdie, Herb Lovelle, Cornell Dupree y Billy Butler.

Posteriormente se mudó a Los Ángeles alternando su trabajo con Quincy Jones con colaboraciones con distintas agrupaciones y músicos solistas como Steely Dan, Katy Lied  o The Royal Scam por mencionar unos pocos.

En el 2011, Chuch sufrió un infarto, pero esto no fue impedimento, ya que poco tiempo después de su recuperación siguió ejecutando el bajo eléctrico continuando su trabajo con Quincy Jones y varios músicos de sesión más hasta la actualidad, al tiempo que comenzó a editar varios libros y videos didácticos sobre la ejecución del instrumento.

El estilo de Rainey siempre se ha basado en proveer un acompañamiento rítmico y melódico junto al baterista en beneficio de la composición. Su libros dedicados al estudio del bajo hacen énfasis a “la sensibilidad de la música” y de la dedicación al estudio de la teoría musical.

Su estilo parco, potente, y fuertemente centrado en el groove, son la marca de la casa y el reflejo fiel del rol primordial de un bajista y, justamente, es esa solidez la que hoy en día lo convierte en uno de los bajistas más respetados del medio y lo que le ha servido también para ser uno de los músicos de sesión más solicitados y grabados en la historia.